viernes, 31 de octubre de 2014

Año 2006. Mi historia típica III

                       TERCERA PARTE

El primer amigo que tuvo
otra vez apareció,
siguieron siendo amigos,
pero algo los separó.
Un día tan tranquila
le dijeron lo peor:
que se iría del colegio
si no iba a mejor.
Sus padres la llevarían
pos las notas que sacó
y volvería al instituto
donde su otra vida dejó.

En sus manos estaba
la importante decisión:
si irse o salir
de donde tanto se amargó.
Presentándolo así
cualquiera diría
dejar el internado
para estar con sus amigas,
pero como ya dije,
esto es parte del corazón
y no lo puede dejar.

Sentiría mucho dolor,
porque a partir de este momento,
sentiría algo por él,
aquel primer amigo
que tanto supo de él,
por ahora se calló
se lo guardó para sí misma
y al saberlo de verdad
se lo contó a una amiga
y le dijo: “No le gustas”,
contestó muy convencida,
ella no lo quiso admitir
pero creyó que era verdad
y muy desilusionada
de él se pudo olvidar.

Pasaron dos meses
después de todo aquello
y le escribió una carta
donde ponía “te quiero”.
No eran esas palabras
pero no era una mentira
que a él le gustaba ella
desde el día en que se iría.
Al ver la risa de ella
lo negó muy seriamente
de la vergüenza que le dio
que estuviese tan atentamente.
Pero ella estaba por él,
era amor correspondido,
pero ya era tarde
porque él ya había mentido.

Le había dicho a su amiga
que mintió sobre su amor;
se lo dijo por mensaje
porque no tenía valor.
Al saber la noticia
había rabia simplemente
ni llantos ni tristezas
por mentir así a la gente.
Ella es rencorosa
y el enfado aún le dura,
pero el chico solo atiende
a que el enfado no perdura.
Ya ha pasado el tiempo
y se siguen sin hablar;
solo cruzan las palabras
para poderse insultar.
Ni se hablan por correo
ni toques al móvil,
de aquella bonita amistad
no se volvería a oír.
Es una amarga pena
el no quererse hablar,
harían buena pareja,
las cosas no fueron tan mal.
Pero ella me decía
que no podía estar sin él,
tiene una extraña obsesión
por una chica del revés.
Es un poco alocada,
y rebelde también es.
Le ofreció conocerla
que es muy buena con él.
Yo ya sabía quien era
aunque no la conocía muy bien,
le aconsejé que la olvidara
aunque fue un poco cruel;
por un fallo que él tuvo
le castigó con rapidez,
y le olvidó muy decisiva
con bastante madurez.
Sabía que no olvidaría
la amistad del chico aquel,
que llegó a más que eso:
al chico llegó a querer.

Hace varios días
aún se ponía celosa
pero se había dado cuenta
de que cambiaron las cosas.
El chico este nombrado
ya no la quería ver,
después de haberle implorado
que lo volviese a querer.
Casi es lo que quería
aunque estaba mejor sin él,
tenía demasiados problemas
como para pararse en él.
Cada uno estaba por su lado,
cada uno en su lugar
él con sus amigos
y ella sin su amistad.
Me dijo que el otro día
que todo le iba mal,
que el chico enamorado
le había dejado de hablar.
El amor de sus sueños,
que éste no es, además,
es estúpido y odiable
se cree algo más,
se cree lo que no es.
Él vive en su pueblo.
Me dijo que es su amor,
que fue hace cuatro años
cuando le enamoró.
Pera esta es otra historia
que no quiere contar
porque era el amor de su vida
y se le iba a escapar.
Y no sabe qué hacer,
nada le sale bien;
echa de menos su pueblo,
está deseando volver.
Esta chica la conozco tanto
y me sé tan bien su vida
con tan buenos detalles
porque es la mía propia.
Esa novata en el colegio,
la que así se enamoró,
la chica con esa suerte,
esa chica soy yo.

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