viernes, 7 de noviembre de 2014

Año 2008. 19-20 de enero

Me siento tan libre a tu lado que mis alas, que no me dan abasto para volar, me ciegan la realidad que duele tanto ver, la que jamás quise ver hasta que mis ojos se resignaron a mirar; se sintieron cansados, abatidos. Por fin, les hice ver lo que mis oídos siempre escuchaban bajito y mis labios susurraban muy alto. Ahora mis ojos solo sirven para llorar, mis oídos para hacerme más pequeña y mis labios para gritar que te quiero con locura, con todo el corazón que ya solo lata porque el tuyo lo hace.

Tantas palabras absurdas que tengo que escuchar cada día. Me doy cuenta de lo esencial que sería que te enseñara alguna vez esta confesión. Poca gente ha hecho que decir palabras sea lo útil., quizás por ello no me va la elocuencia oral, sino la audaz fuerza de mi mano con el lápiz sobre el papel. Por ello es tan especial que te pudiera decir que me muero por un beso, un abrazo o una sola mirada tuya.


En el fondo no son tan necesarias como pueda parecer, pues un par de besos de felicitación, el abrazo que no quise que acabara o las miradas de un saludo que hasta ahora he recibido de ti, me han de bastar para mantenerme sin caer hasta que vuelvas. También pienso que todo eso los tiene ella y que jamás le faltarán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario